​Esta cautivadora pieza, a pesar de su tamaño compacto, evoca la vastedad y la tranquilidad de un paisaje marino. El artista ha empleado magistralmente la técnica de la resina epoxi para crear una imagen tridimensional y táctil de la orilla. Se utiliza una resina de un azul cobalto profundo e intenso, con matices más claros que sugieren el movimiento y la profundidad de las olas. El acabado de alto brillo de la resina proporciona un efecto acuoso y reflectante, casi líquido, que intensifica la sensación de estar mirando a través de la superficie del agua. 
 
La línea diagonal y espumosa donde el azul oscuro se encuentra con el blanco es el punto focal de la obra. Esta "línea de costa" está ejecutada con un blanco lechoso y semitransparente que simula la espuma que rompe, inyectando un sentido de movimiento y energía fugaz justo en el centro de la composición.

​La obra encapsula la dualidad de la naturaleza: la fuerza y la calma. El azul profundo puede interpretarse como la calma meditativa del océano o, inversamente, la fuerza inmensa de sus profundidades. El blanco representa la pureza, el respiro y el límite, el lugar donde la inmensidad se encuentra con la tierra firme, simbolizando el momento de la pausa y la introspección entre el caos de la vida y la quietud del ser.

​Esta pieza no es solo una representación, sino un recuerdo tangible de un instante costero, diseñado para traer la paz y la vibración energética del mar a cualquier espacio.
​10x10

​"Un pequeño universo de calma, donde el azul infinito se funde con la textura cruda de la costa. Esta obra de resina, ya vendida, demostró ser un poderoso talismán de serenidad, capturando el eterno diálogo entre la fuerza del mar y el sosiego de la orilla."