​Esta pequeña pero poderosa pieza de arte tridimensional, de textura rica y colores vibrantes, nos invita a explorar la intersección entre la materia orgánica y el flujo energético.
 
​La artista ha esculpido una superficie que evoca la sinuosidad de las capas geológicas o la forma en que los tejidos vivos se pliegan y se mueven. Dominada por una paleta de magentas intensos, púrpuras profundos y carmesíes, la obra palpita con una energía casi 
Las pinceladas gruesas y el relieve marcado sugieren una materialidad carnosa y visceral. Los pliegues y crestas crean un juego de luces y sombras que intensifica su dramatismo.
 
La inclusión de trazos que parecen ser de oro pálido o bronce a lo largo de las cimas de las ondas introduce un contraste metálico y luminoso. Este detalle no solo define la forma, sino que también sugiere un valor intrínseco, como vetas de un mineral precioso atrapadas en el movimiento de la forma.
La composición se centra en un movimiento de barrido, una "onda" que atraviesa el plano, simbolizando la persistencia, la transformación o el ritmo incesante de la naturaleza o de la emoción humana. Es un fragmento capturado de un proceso dinámico.
 
​"Onda Carmesí" es una pieza de declaración, perfecta para añadir un foco de color y una profundidad textural fascinante a cualquier colección moderna. Su tamaño íntimo la hace ideal para crear un diálogo sorprendente en un espacio pequeño o para complementar una pared de galería. Es una obra que no solo se mira, sino que se siente.